Procedencia del concepto Dieta Mediterránea

El término Mediterráneo se utiliza habitualmente tanto para referirse al mar propiamente dicho como a los territorios que lo circundan. El Mediterráneo es tanto la tierra como el mar. Lugar históricamente denso y complejo.

Se trata de un cúmulo cultural extraordinario que abraza a todos los pueblos de la cuenca mediterránea y que está constituido de paisajes, cultivos, y técnicas de cultivo, de mercados, de elaboraciones, de espacios y gestos culinarios, de sabores y perfumes, de colores, de tertulias y celebraciones, de leyendas y devociones, de alegrías y tristezas, de innovación tanto como de tradiciones.

“Los accidentes geográficos, el clima y los acontecimientos históricos han propiciado que en la cuenca mediterránea se produjeran una selección de alimentos y una manera de cocinar singular y saludable. Probablemente, la dieta sea el legado más presente, sólido y permanente”. 

El término dieta proviene de la antigua palabra griega diaita, que significa estilo de vida equilibrado, y esto es exactamente lo que es la Dieta Mediterránea. Desde la antigüedad, el alimento y lo sagrado han ido de la mano, como la mesa y la literatura, o la actividad física. Además los alimentos no son meramente nutrientes, convocan. 

Que es la mítica trilogía mediterránea

La mítica trilogía mediterránea – trigo, vid y olivo– se mantiene vigente aún hoy en día, en un paisaje, clásicamente de secano, que se adapta a estos cultivos y que estos cultivos, a su vez, caracterizan, instalándose y distribuyendose inteligentemente en la accidentada orografía mediterránea, combinados con huertas, frutales y retales de bosque secundario. Juntos, conforman el típico mosaico agroforestal y pecuario mediterráneo, en el que destaca, como seña de identidad mediterránea, el cultivo en terrazas con muros de piedra seca, habilidad, inteligencia y esfuerzo combinados, para transformarse en terrenos agrícolas horizontales, pendientes a menudo impracticables. El ingenio de sus gentes para gestionar el agua e irrigar este paisaje, es otra de sus capitales.

A lo largo de milenios los pueblos mediterráneos han sedimentado hábitos propios y reconocibles que trasladan a la mesa culturas y paisajes diferenciados y singulares. Iberos, Celtas, Griegos, Romanos, Bárbaros y Árabes, todos han contribuido a establecer uno de los modelos alimentarios más saludables del mundo y que la ciencia moderna ha puesto de manifiesto en la segunda mitad del siglo XX el carácter excepcional del estilo de vida mediterráneo.

El aceite de oliva virgen extra, el secreto de la dieta mediterránea

El secreto de la Dieta Mediterránea no es otro que utilizar alimentos frescos de primera calidad.

El aceite de oliva virgen extra es el alimento más característico de la Dieta Mediterránea e indispensable en esta, no solo por el sabor y el aroma que aporta a los platos, sino que el aceite de oliva virgen extra es el aceite con mayor calidad desde el punto de vista nutricional, que aporta beneficios tanto a la salud como a la gastronomía, que otros tipos de aceites o grasas, tanto vegetales como animales, no poseen, siendo uno de los responsables de que la Dieta Mediterránea se encuentre entre las más saludables y las más recomendadas por nutricionistas de todo el mundo.

En este sentido, está demostrado científicamente que el consumo del aceite de oliva virgen extra tiene numerosas ventajas para la salud respecto a otros aceites vegetales y a la grasa animal.

 

Ventajas del aceite de oliva virgen extra para la salud

 

1. Ayuda a controlar el colesterol y la arteriosclerosis
2. Previene la oxidación de las células
3. Ayuda a prevenir la presión arterial
4. Es útil en el tratamiento y prevención de algunos tipos de diabetes
5. Puede ayudar a proteger el organismo ante determinados tipos de cáncer

Estos son algunos beneficios para la salud  entre otros muchos . Esos efectos beneficiosos para la salud de la ingesta de AOVE se atribuyen a la fracción grasa, por su alta concentración de ácidos grasos monoinsaturados, especialmente ácido oleico, y a su contenido en compuestos bioactivos minoritarios saludables (principalmente polifenoles y tocoferoles o vitamina E), que no poseen los aceites de semillas (incluidos el aceite de girasol, el aceite de soja o el aceite de colza).

 

Los polifenoles en el aceite de oliva virgen extra son antioxidantes naturales y proceden de la propia aceituna. El proceso de extracción del aceite de oliva virgen extra de la aceituna debe llevarse a cabo en tal momento, de tal manera y en tales condiciones de temperatura, tiempo… que asegure que conserva en la medida de los posible intactos estos compuestos desde la aceituna en el campo hasta el aceite final en la botella que llega a manos del consumidor.

Además de ser un aceite 100% saludable, otorga a los platos un sabor inconfundible. Sus complejos y diversos matices aromáticos, su picor, amargor y dulzor combinados, en equilibrio y en completa armonía, son la perfecta culminación de cualquier plato. De entre todas las aplicaciones que se pueden dar al aceite de oliva virgen extra, el uso culinario del mismo es el más extendido, el más apreciado y el que resulta más adecuado para el disfrute de los innumerables beneficios que aporta a nuestra salud.